Área 3:
La incertidumbre por el futuro económico /

Descripción

La pandemia no solo ha puesto en jaque nuestra salud sino que además ha traído como consecuencia un duro golpe al bolsillo. La incertidumbre laboral o la pérdida de empleo han golpeado fuertemente sobre todo a aquellas personas que tienen a su cargo a otras personas.

La posibilidad de no tener sustento atemoriza porque pone en juego la sobrevivencia propia y de la familia. A su vez, quedar sin trabajo suele influir fuertemente sobre la autoestima. Contar con empleo hace sentir a las personas competentes y útiles, y por el contrario, no estarlo, suele hacerles sentir incompetentes, desanimadas o incluso deprimidas. Se trata sin duda de una situación angustiante, más aún en un país donde el sistema económico y político estimula la competencia muy por sobre el apoyo mutuo.

Sin embargo, es importante considerar que al tratarse de un problema directamente relacionado con la pandemia, se espera que una vez que ésta sea superada la economía se reactive y se abran oportunidades de trabajo. Por tanto, es razonable pensar que en poco tiempo más el panorama comenzará a mejorar gradualmente.

Por otra parte, los apoyos gubernamentales y no gubernamentales para afrontar esta crisis constituyen un aliciente. Asimismo, dado que es un problema generalizado, la población está sensible y disponible para ofrecer apoyo.

«Contar con empleo hace sentir a las personas competentes y útiles, y por el contrario, no estarlo, suele hacerles sentir incompetentes, desanimadas o incluso deprimidas.».

Consecuencias /

¿Qué puedo hacer? /

En primer lugar, es importante no desanimarse más de la cuenta y cultivar la fuerza de voluntad aun cuando el ánimo decaiga.

En segundo lugar, es muy común que las personas se aíslen al perder el empleo lo cual evidentemente termina agravando el problema. Piense que lo más importante para recibir ayuda u obtener un empleo es que los demás sepan de su situación.

Movilícese en busca de ayuda. Póngase en contacto vía teléfono o correo electrónico con sus contactos, incluso si durante el último tiempo se ha alejado de ellos. También, contacte instituciones que ofrecen ayuda (pe., municipalidad, junta de vecinos, Ong’s, otros). Ofrezca sus servicios, elabore o mejore su currículum y envíelo a la mayor parte de lugares posibles. Propóngase metas de este tipo, genere un plan de acción y vaya cumpliéndolo semanalmente. Y en la medida que vaya avanzando propóngase nuevas metas.

Es importante estar alerta ante síntomas depresivos, como ánimo muy bajo, incapacidad de sentir placer por las cosas, alteraciones importantes en el dormir y en la alimentación, irritabilidad, entre otros. En dicho caso, es importante recurrir a un profesional (psicólogo clínico o psiquiatra) puesto que existen tratamientos de alta efectividad para este cuadro. Uno de los principales obstáculos para salir de un estado depresivo es justamente no buscar ayuda debido a que no se tiene ánimo para hacerlo.

¿Cómo afecta esta situación a los niños y a las niñas? /

Es muy frecuente que con el fin de evitar que los niños puedan sentirse afectados por este tipo de situaciones, los adultos intenten ocultarles lo que está ocurriendo. Sin embargo, dicha estrategia suele fallar puesto que los niños captan con facilidad lo que ocurre en su hogar.

Muchas veces ellos notan generalmente de manera no consciente cuando los adultos están en problemas y, por lo tanto, pueden llegar a sentirse nerviosos y atemorizados sin que necesariamente “sepan” los motivos de por qué se sienten así, todo lo cual termina tensionando aún más la atmósfera familiar. Por tanto, como señala el dicho, en situaciones como éstas “el remedio puede ser peor que la enfermedad”.

Orientaciones /

¿Qué podemos hacer por las niñas y los niños? /

Por regla general, la vida familiar es un espacio en que las personas comparten no solo sus satisfacciones, proyectos e ilusiones sino que también las diversas dificultades, encontrando o construyendo junto a los demás los recursos necesarios para hacerles frente a éstas. La familia en sí misma es una fuente de resiliencia en la medida de que existe una comunicación sana y abierta.

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No es una buena idea intentar hacer de la familia una burbuja que aísle a sus integrantes de los rigores de la vida. Por el contrario, es deseable que ante los problemas que hemos mencionado los adultos expliquen con palabras sencillas a los más pequeños la situación por las que se está atravesando.

Es recomendable entregar un mensaje esperanzador informándoles también de manera simple el plan que se tiene para superar las dificultades. Se sugiere además que dicho mensaje valorice el hecho de estar juntos y sanos en estos momentos.