Área 1:
El peligro al contagio /

Descripción /

«Aunque parezca obvio, es necesario plantearlo: lo central es informarse y entender bien cómo se produce y se propaga la enfermedad».

Sin lugar a dudas, el área sensible más importante que aqueja a las familias es el peligro a ser contagiados, a enfermarse de Covid-19 y hasta morir, los cual suele producir emociones tales como la ansiedad, el temor, el miedo u otras. Este tipo de emociones son fenómenos mentales absolutamente beneficiosos pues nos impulsan a tomar las precauciones para disminuir los peligros. Además, es natural sentir emociones como el temor cuando nuestra integridad física está en juego. Si no temiéramos, no huiríamos, no buscaríamos resguardo ni tomaríamos precauciones y por lo tanto seríamos mucho más vulnerables. Emociones tales como las señaladas son como alarmas que nos protegen impulsándonos a buscar seguridad.

Estamos enfrentados ante una situación totalmente desconocida y sobre la cual recién estamos aprendiendo qué hacer para protegernos. A diferencia de lo que ocurre con los temblores o terremotos frente los cuales sí hemos aprendido como nación a reaccionar y a ponernos a salvo, la pandemia es un fenómeno nuevo y no hemos desarrollado mecanismos culturales para hacerle frente.

Estas emociones también se pueden transformar en un problema, interfiriendo en nuestro funcionamiento habitual al impedirnos dormir adecuadamente, al quitarnos o aumentar el apetito, al paralizarnos, entre otros efectos. Cuando se está en ese estado suelen surgir pensamientos irracionales o expectativas catastróficas de lo que puede llegar a ocurrir y solemos dar por cierto algo que solo existe en nuestra mente. Puede haber personas que se sienten atemorizadas fácilmente y nunca se les ha pasado por la mente que es posible aprender a manejar estas emociones. Es posible que los temores nos superen debido a que no hayamos aprendido hasta ahora a manejarlos adecuadamente, una habilidad que se aprende si se propone.

La principal estrategia consiste en atender a lo que se siente en el cuerpo cuando se está atemorizado, y que va acompañada de otra habilidad, cual es atender a lo que se está experimentando en tiempo presente. No obstante, pese a lo que intuitivamente se pudiera suponer, no es un aprendizaje simple y requiere tiempo dedicación. Además, generalmente requiere de apoyo. El manejo de emociones es una habilidad, tal como lo es manejar un auto, jugar pimpón, por lo que exige esfuerzo y disciplina.

Pero, ¿qué podemos hacer por mientras desarrollamos esta habilidad a fin de superar el temor al contagio y a la muerte? Aunque parezca obvio, es necesario plantearlo: lo central es informarse y entender bien cómo se produce y se propaga la enfermedad.

El desconocimiento de un evento que de alguna forma nos afecta negativamente nos produce ansiedad, preocupación y temor. Y el desconocimiento de un evento que nos amenaza de muerte nos produce pánico. Conocer la manera sobre cómo funcionan las cosas nos otorga seguridad. Y la ciencia es experta en poner a nuestra disposición explicaciones que permiten manejar diversas variables de la vida. Informarse sobre las causas y efectos de la enfermedad, las vías de contagio y cómo prevenirlo constituye una buena estrategia.

Existen muchísimos videos explicativos, artículos disponibles en la web así como en diarios, revistas y otros medios impresos que explican detalladamente los aspectos mencionados. En la medida de que entendemos bien cómo funciona la enfermedad las ideas irracionales pueden ser contrarrestadas significativamente. Por último, si pese a haber realizado lo que hemos recomendado los temores siguen perturbándole de manera significativa, le aconsejamos recurrir a una o un especialista que le brinde una orientación más detallada.

Consecuencias /

¿Cómo afecta esto a mis hijos? /

Por el nivel de desarrollo en que se encuentran, las y los niños requieren sentirse seguros. Así como es fundamental entregarles una buena alimentación para propiciar que crezcan físicamente fuertes y saludables, la seguridad constituye un excelente tónico para que ellas y ellos se desarrollen psicológicamente bien.

Uno de los principales aportes de la psicología contemporánea ha sido mostrar el efecto que tienen un buen soporte de seguridad para el desarrollo psicológico. De manera que esta situación de amenaza e incertidumbre generada a partir de la pandemia puede provocar que se sientan inseguros y demanden, de manera abierta o implícita, más apoyo y contención de lo común.

Orientaciones /

¿Qué podemos hacer por las niñas y los niños? /

Tomar consciencia de que a las niñas y los niños les afectan nuestros temores. Los adultos constituyen su base de seguridad más importante y resulta difícil esperar que los niños se sientan confiados ante la pandemia si los adultos que viven con ellos se encuentran temerosos ante esta situación. A su vez, los niños son particularmente perceptivos y se dan cuenta fácilmente de lo que sentimos. Ellos ven mucho más allá de lo que comunicamos con las palabras. Es fundamental que los adultos se sientan lo más seguros posible y, para ello, es prioritario que sigan las recomendaciones que hemos entregado.

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Lograr una buena estimación sobre cómo se están sintiendo ellas y ellos en esta situación, observando su comportamiento. Puede ocurrir, que se muestren aprensivos, apegándose más de la cuenta a los adultos que los tienen a su cargo. Asimismo, es posible que se pongan más silenciosos o más inquietos, o notemos alteraciones en la calidad de su dormir, variación en su apetito o en su estado de ánimo o, también, a través de sus reacciones frente a noticias o conversaciones sobre la pandemia. Es recomendable armarse de una impresión sobre el nivel de preocupación que esta emergencia les está provocando pues muchas veces, los niños no expresan sus temores, ya sea porque no los notan, porque éstos los paralizan o porque no se atreven a expresarlos.

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Es fundamental conversar con ellos sobre lo que estamos viviendo, sobre lo que es una pandemia, sobre cómo se contagia el Covid-19 y sobre las cosas que hay que hacer para evitarla. Es recomendable en dicha conversación utilizar expresiones y palabras sencillas, enfatizando aquellos aspectos que les brinde seguridad.

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Es importante seguir las instrucciones que se entregan a la ciudadanía y, a su vez, mostrarles a los niños que uno las está cumpliendo, pues de esa forma no solo se resguardan la propia salud sino que se entrega un mensaje potente en términos de que quienes están a cargo están tomando todas las precauciones para brindarles el máximo de seguridad.